Ingredientes
- Medio litro de leche.
- Medio litro de nata líquida ligera.
- Cinco cucharadas soperas de azúcar.
- Caramelo líquido.
- Un paquete de sobaos pequeños. (16 unidades)
- Dos sobres de cuajada Royal.
Preparación
Primero vamos a coger un molde de unos cinco centímetros de
altura, preferiblemente cuadrado, teniendo
en cuenta que deben cabernos todos los sobaos del paquete, formando una
capa.
Cubriremos el fondo del molde con el caramelo líquido
formando una fina capa, sobre la cual pegaremos los sobaos. Para que queden
mejor, se les puede quitar la parte mas tostada, pero no es imprescindible.
Reservando medio vaso de leche, ponemos a cocer la nata, el
resto de la leche y el azúcar, a fuego lento hasta que empiece a hervir.
Por otro lado, en la leche que hemos reservado, si está
caliente, mucho mejor, vamos a disolver bien los dos sobres de cuajada sin que
queden grumos.
Cuando la leche y la nata empiecen a hervir, lo apartamos
del fuego, le añadimos la leche con la cuajada, y sin dejar de remover, lo
volvemos a poner al fuego hasta que vuelva a hervir de nuevo.
Con mucho cuidado, vamos a verter la mezcla en el recipiente
con los sobaos. Para que no se despeguen del fondo de forma brusca (tarde o
temprano acabarán separándose, así que no os preocupéis, que es normal),
podemos usar una cuchara invertida para que el chorro no caiga tan bruscamente
sobre los sobaos.
Ahora dejamos que la tarta se enfríe a temperatura ambiente
durante tres o cuatro horas antes de meterla en la nevera.
Una vez fría, podemos desmoldarla sobre una bandeja o
servirla directamente desde el molde, teniendo en cuenta que queda mucho más
bonita si se desmolda, ya que no se ven las panzas de los sobaos.
Por favor, esto tiene una pinta de querer una morirse!!!
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