Ingredientes (Para unas 12 magdalenas).
-3 huevos medianos.
-175 gr. de azúcar.
-60 ml deleche.
-190 ml de aceite de girasol.
-210 gr. de harina.
-1 sobre de levadura.
-Una pizca de sal.
-Canela molida.
-Ralladura de limón.
-Azúcar para la parte superior de las magdalenas.
Preparación.
Lo primero que os aconsejo es que preparéis todos los
ingredientes, pesados y medidos para que, en el momento de ir a preparar las
magdalenas, no perder tiempo.
Una vez preparados todos los ingredientes, los dejamos media
hora para que se atemperen, pues no es recomendable utilizar los ingredientes
fríos.
A continuación, batimos los huevos con la varilla de la
batidora, a velocidad lenta, y una vez batidas, añadimos el azúcar.
Cuando la mezcla de huevo y azúcar tenga una consistencia
homogénea, añadimos despacito y sin dejar de batir, el aceite y la leche y
seguimos mezclando.
Una vez bien homogeneizado todo, añadimos una mezcla con la
harina tamizada, la levadura, una pizquita de sal, la ralladura de limón y la
canela molida.
Continuamos batiendo despacito los ingredientes hasta que la
pasta adquiera una consistencia homogénea y sin grumos, y finalmente batimos
todo a máxima potencia durante 4-5 minutos.
Colocamos los moldes de las magdalenas en una bandeja para
magdalenas, o en vasitos metálicos para flanes. (Yo he puesto 6 moldes de
silicona, y 6 de papel, y los resultados han sido mucho más profesionales
usando los moldes de silicona).
Rellenamos los moldes ¾ partes con la masa de las magdalenas,
y los metemos un par de horas en la nevera para que, cuando las metamos en el
horno, suban y no se queden planas.
Precalentamos el horno a 250º
C, añadimos un poco de azúcar en la parte de arriba de cada magdalena, y las metemos
en el horno durante 15 minutos a 220º.
Las dejamos reposar hasta que se enfríen, y… ¡¡¡a comer!!!